24 mayo 2020

Historias cortas: Realidad alternativa


Tan alternativa, como no poder cerrar un trato con un apretón de manos.

Tan alternativa, como no poder ir al centro de salud y por ende recibir diagnóstico o tratamiento a través de una llamada telefónica.

Tan alternativa, como no pisar tu centro de trabajo porque teletrabajas.

Tan alternativa, como tener que hablar con alguien a varios metros de distancia para evitar males mayores.

Tan alternativa, como tener que inventarte algo para demostrar cariño porque los abrazos quedan desplazados hasta nueva orden.

Tan alternativa, como no poder seducir con caricias.

Tan alternativa, como no poder besar para enamorar.

Tan alternativa, como que el hecho de que alguien te sonría bajo una mascarilla pueda pasar desapercibido.

Tan alternativa y absurda, como poner una farola, en un camino rural junto a una pared seca.

Siempre hay alternativas, pero... ¡como echamos de menos la normalidad!

Siempre,
Analema



P.D.: farola propiedad de @servaski


17 mayo 2020

Historias cortas: Perspectiva


Porque la vida no siempre aparecerá ante tus ojos de la forma que la habías planeado.
Porque no siempre pasarán las cosas que deseas que pasen.
Porque no siempre podrás disfrutar de las personas que deseas de la forma que quieres.
Porque no siempre la realidad es, como tu la hubieses construido.

Y es ahí donde entran las perspectivas.

Es ahí donde entra el darle vueltas y sacar una nueva visión.
Es ahí donde das carpetazo a los sueños y te adaptas a las realidades.
Es ahí donde hincas la rodilla en el suelo y haces la foto desde el barro para dar importancia a ese algo que para ti la tiene, pero sin dejar de lado la realidad que lo acompañada.
Es ahí donde te conviertes en camaleón y te adaptas.

Es una forma como otra cualquiera para seguir adelante.

No siempre tendrás un buen día, depende únicamente de ti darle la importancia justa a las cosas que vayan sucediendo para que tu día no empeore.

Perspectiva, es cuestión de perspectiva.

Siempre,
Analema

perspectiva by @mundane_routine


15 mayo 2020

Ventanas...


Las ventanas son agujeros abiertos al más allá.
A lo que podría ocurrir.
A lo que ocurrió.
A lo que está ocurriendo.
A lo que nos gustaría que ocurriera.

Son puentes a una libertad que a veces olvidamos que nos pertenece.
Son escotillas a un futuro que está en nuestra mano.
Son boquetes en la pared que dan rienda suelta a nuestra imaginación.

- ¿Qué hay detrás de una ventana?
- Básicamente, ¡lo que tu desees!

La primera imagen de este blog fue una ventana hace ya muchos años.

Tiempo en el que las cosas han ido bien, regular, mal y muy mal.

¡Pero seguimos!

Y ansiamos más ventanas.
Más opciones.
Más aventuras.
Más proyectos.


Esta 'nueva' ventana me ha hecho recordar esos tiempos... tiempos en los que la incertidumbre, el miedo a lo desconocido y a las capacidades de uno mismo, eran los protagonistas.

Esta 'nueva' ventana simboliza un 'estamos a medio camino, ¡seguimos!'

Habrá más ventanas, por supuesto, serán ventanas propias, robadas o prestadas, pero las seguirá habiendo.

La magia de abrir una ventana y no saber que camino se nos desvelará al otro lado, es una sensación a la que no deberíamos de renunciar.

Siempre,
Analema

P.D.: ventana propiedad de @mundane_routine

13 mayo 2020

Historias cortas: Reflejos


Cada instante es irrepetible.
Los momentos son fugaces.
Lo que no se aprovecha, desaparece, cambia.

Mírate a un espejo, ¿tu reflejo eres tú?… cierra los ojos… respira… abre los ojos… ese tú es tu otro tú, ya no eres el mismo.

Las oportunidades están ahí para que las aproveches, no para que las dejes escapar.

Las casualidades ocurren por algo, ¡disfrútalas!

Lo que ahora mismo ves ante tus ojos puedes desaparecer con el simple aleteo de una mariposa… empápate de la realidad, de lo que te ha tocado vivir, exprímelo hasta dejarlo en nada y crece con cada momento.

Los reflejos, bien sean en el espejo o en un charco de agua son simplemente fantasías que crea tu mente… identifica la realidad, úsala, hazte con ella… de lo contrario, alguien se te adelantará…



Simplemente,
Analema

P.D.: @mundane_routine, gracias, siempre

09 mayo 2020

Historias cortas: luces y sombras



Creyó que estaba a salvo, pero no era así.

Le seguían acompañando sus miedos, su pasado, su historia, sus porqués...

Y era precisamente eso, lo que él quería evitar, ser juzgado por hechos ocurridos tiempos atrás y enterrados en lo más profundo de su alma.

Esos mismos sucesos que sin pretenderlo y sin darse cuenta, se reflejaban al exterior a la mínima ocasión y quedaban nuevamente al descubierto sin haber sido invitados.

Y era cuando no quedaba otra que enfrentarlos de nuevo, que apaciguar esos miedos del pasado o de, simplemente, apagar las luces que daban forma a las sombras.

Siempre, 
Analema

P.D.: sin imagen no hay reflexión, gracias @servaski

07 mayo 2020

Historias cortas: Amanecer


- No me gusta
- ¿Por qué?
- ¡Es horrible!
- Voy a conseguir que no la veas.
- Ja!


- Mira esos mástiles, jugando a ver quien se mantiene más erguido, como si de una competición se tratase.
- Observa el reflejo en el agua, es la forma que tiene el día de avisarte que todo puede cambiar en un momento si prestas atención.
- Distingue esos botes, dispuestos en fila, como si estuvieran en la línea de salida dispuestos a medir sus fuerzas.
- ¿Qué me dices de ese rayo de esperanza que se ve en el horizonte? amanece un nuevo día y es otra oportunidad única para hacer las cosas bien y sentirse orgulloso de uno mismo antes de cerrar los ojos ya en la cama.
- Huele, ¿hueles a sal?, ¿a mar?, ¿a esa sensación de ‘hoy sí!!’?
- Escucha, ¿oyes las gaviotas?, ¿oyes el murmullo del agua al chocar contra el muelle?, ¿oyes el trisar de las golondrinas?
- Cierra los ojos, siente esa ligera brisa de cuando el día está empezando y cargando pilas para sorprendernos.

- ¿Sigues viendo la chimenea?
- No.



Siempre,
Analema 

P.D.: gracias siempre a @servaski por su santa paciencia y por dejarme ‘vestir’ a sus fotografías con palabras.

06 mayo 2020

Historias cortas: Atardecer


Sonaba música instrumental en la habitación.
De esa que en alguna ocasión formó parte de la banda sonora de una película.

Estaba cansado, muy cansado… de la situación, de lo que le había llevado hasta allí, de la vida…

Cerró los ojos con la intención de dejarse ir, pero la imagen que inundó su mente fue la que en tantas y tantas ocasiones había contemplado.

El atardecer sobre la costa de esa isla que le encandiló en una ocasión y que posteriormente le había acogido convirtiéndose en su segundo hogar.

Pensó que tenía gracia que los últimos pensamientos que pasaran por su mente fueran a ser esos,  ya que eran, básicamente, un resumen de su vida en esa remota isla... momentos en solitario, momentos compartidos, era el lugar donde siempre iba para encontrar ese algo de ilusión cuando esta se desvanecía de su camino, era también el espacio donde había derramado lágrimas y lágrimas para dejar salir la tristeza en esos momentos en que nada más servía...  pero siempre, siempre, asociaría esa imagen con un puntito de esperanza que imaginaba aparecía de la nada asomándose por el horizonte.

Y sonrió mientras se imaginaba, una vez más, sentado en esa roca mirando al punto exacto donde el mar se convertía en cielo y pensó lo de siempre, ¿qué ocurrirá mañana?... en esta ocasión sabía la respuesta con absoluta certeza… nada.

Siempre,
Analema

P.D.: sin imagen no hay historia... gracias @servaski

05 mayo 2020

Historias cortas: Abandono


No, no es abandono, es el reflejo de una historia jamás contada.

Él era carpintero.
Humilde pero sincero, con un enorme bigote que no conseguía esconder el amor que sentía por los suyos cuando los contemplaba en silencio.

Ella era, 'sencillamente', ama de casa, era quien conseguía que el día a día transcurriera sin contratiempos, quien se dedicaba a las labores, que una casa en medio del campo, precisaba.

Luego estaban los enanos, eran dos, idénticos pero diferentes, revoltosos e inquietos como cualquier crío de su edad.

El viejo neumático que papá les había colgado del ancestral acebuche en la parte trasera de la casa era su parque privado de juegos, junto con el balón y donde pasaban la mayor parte del día.
En él, balanceándose por turnos, pasarían parte de su infancia y adolescencia.

¿Quién iba a imaginar que el neumático del viejo tractor acabaría siéndoles tan útil?

Un día cualquiera y sin previo aviso, el cielo apareció sobre sus cabezas en plena habitación.
El techo se había desplomado, afortunadamente sobre la mesa del salón.

Se reparó, claro que sí, pero aprovecharon la desgracia y la convirtieron en una oportunidad para poder contemplar la lluvia cuando esta caía sobre sus cabezas y tintineaba sobre el cristal que habían puesto a modo de claraboya para poder disfrutar, básicamente, de las noches estrelladas de verano.

Eran humildes pero felices.

No podían pedir más a la vida, tenían opción diariamente de disfrutar del campo, del día a día en plena naturaleza y enorgullecerse de la vida que llevaban, donde no molestaban a nadie e intentaban ayudar siempre que les era posible, a quien lo necesitara.

Nadie contó jamás su historia… aquí queda…

Siempre,
Analema

P.D.: imagen sustraída sin permiso de aquí  😇