06 noviembre 2021

Absències…



Vivim en una societat.
Formem part d’una comuna.
Tenim una família.

Ens agradi molt o poc, no vivim, ni podrem viure mai de forma aïllada en aquesta vida.

Sempre tindrem lligams de sang… i propis, que haurem anat escollint durant la vida.

Aquests lligams seran tot lo forts i estables que les nostres accions hagin permès.

Som tant valuosos com la més simple de les nostres accions.

I som tant menyspreables com la més subtil de les nostres indiferències.

Quan ens adonem del que ha passat, serà ja massa tard.

El cor pot perdonar, l’ànima, no.

El temps no ho cura tot.

Podràs aprendre la lliçó i no totnar-la a cometre, però mai podràs tornar enrera.

Tots ens equivoquem, és evident.

Si t’equivoques, repara.

Si has errat, rectifica.

Viu i actúa sempre amb els demés, com t’agradaria que ho fessin amb tú.

De vegades, demà ja és massa tard.

Sempre, 
Analema


19 septiembre 2021

Islandia - Tierra de lecciones y elecciones

Querido Karma…

 

Se que no siempre nos hemos entendido, que hemos tenido nuestros más y nuestros menos, pero ¿era todo esto necesario?

 

Iba a ser un viaje de cambios importantes para mí.

Y realmente lo fue, pero no en la dirección que había imaginado.

 

Empezar una de las vueltas al sol en la tierra de hielo era cuanto menos curioso y sí, fue planeado, como debía ser, pero ya lo de seguir un guión para que todo saliera perfecto lo dejamos para otro día, ¿no?

 

Todo estaba controlado y programado, iba a ser mágico, maravilloso, irrepetible. 

 

Y ciertamente fue irrepetible, pero no mágico ni maravilloso, aunque alguna que otra agradable sorpresa sí me llevé y con eso me quedo.

 

Islandia me trajo momentos de conocimiento interior irrepetibles.

 

Debates conmigo misma que jamás pensé que llegaría a tener.

 

Actitudes que jamás creí posibles.

 

Lidiar con situaciones complejas que en tiempos pasados habrían desembocado, como poco, en el desembarco de Normandía y en esta ocasión resultaron victorias de gran valor para guardar en el palmarés personal.

 

Y es que, con la conciencia tranquila, las tormentas afectan, pero no destrozan.

Con el alma entera, los agravios duelen, pero no dejan marca.

Con el convencimiento de estar actuando de buena fe, los días pasan y las huellas persisten… desaparecerán o permanecerán, dependiendo siempre de nuestro interior.

 

Me quedo con el abrazo sentido y deshecho las felicitaciones falsas y vacías.

Me quedo con el arco iris en la cubierta de un barco bajo un cielo que pronosticaba el fin del mundo y deshecho esos momentos compartidos de tensión y resquemor.

Me quedo con esos amaneceres no compartidos de los que sólo yo disfrutaba.

Me quedo con la ilusión mágica de cada noche por ver una aurora boreal.

Me guardo en la retina esos lugares de ensueño y en el alma esas explicaciones de cómo y porqué las cosas son como son.

Me quedo con las leyendas, historias y cuentos que intentan dar un sentido al pasado.

Me quedo con la capacidad de la isla de cambiar de clima con la facilidad de quien cambia de decisión a la hora de desayunar.

Me quedo con la esperanza de poder ver, en alguna ocasión, todos esos maravillosos parajes cubiertos de blanco.

 

Esperanza que nada ni nadie podrá quitarme, por mucho que tú, querido Karma, te empeñes en eso.

 

Ni el pasado, ni lo que sucedió, tienen cabida en mi mundo… que por algo es mío, único y exclusivamente mío.

 

Fui a vivir momentos que guardar en la retina y más bien me llevo momentos guardados en el alma… que para el crecimiento de uno mismo, son mucho más valiosos.

 

Vuelvo orgullosa de mi yo adulta por su saber hacer y su talante. ¡He aprendido mucho!

Vuelvo triste por mi yo niña que quería disfrutar como en un cuento de hadas de todos esos parajes.

Vuelvo ansiosa por ver si mi yo actual es capaz de implantar las situaciones vividas a la nueva realidad.

 

Islandia ha sido como una dimensión paralela que había que explorar, como cuando pasas de nivel en el videojuego de turno y no sabes donde estará la salida.

Y se ha hecho, se ha explorado, no puedo pedir más.

 

Querido Karma, para la próxima ¿serías tan amable de avisarme cuando el trayecto sea catalogado como complicado, peligroso y/o difícil de transitar? Sería de agradecer.

 

Siempre tuya,

Analema







14 agosto 2021

Influencias, pensamientos y demás

 

Creencias, formas de pensar, ideales... ¿realmente nos son propios?


Habrá algún momento en nuestra vida que nos creamos en posesión de la verdad absoluta.


Luego probablemente avancemos y consigamos ser más tolerantes con el mundo, más flexibles, más empáticos con nosotros mismos y con los demás. Entonces tendremos una opinión, no una verdad.


Quizá consigamos alcanzar el momento en que nos conformemos con escuchar a los demás, sus dialécticas, sus panfletos reivindicativos de uno u otro género y quizá en silencio establezcamos nuestra propia idea sobre el particular.


Pero no nos engañemos, en cualquiera de esas etapas o de las intermedias que cada uno de nosotros pueda experimentar, jamás seremos libres de tener pensamiento propio.


Por el simple hecho de vivir en sociedad, rodeados de propios y extraños, nuestra realidad se ve alterada. También nuestras ideas.


Nuestro pensamiento se ve alienado y contaminado por opiniones ajenas, voluntarias o involuntarias. De las que sabemos que nos afectan e incluso mucho más de las que ignoramos que nos llegan o consiguen afectarnos.


Ergo, ¿podemos en algún momento considerar que nuestras ideas, nuestros pensamientos y ocurrencias son realmente nuestras y no interferencias de todo lo que vivimos, nos cuentan, oímos, leemos, observamos?


¿En algún momento hemos sido o podremos ser libres de pensar por nosotros mismos?


¿Quizá la meditación sea la solución al pensamiento libre y propio?


¿Cuándo conseguimos realizar una meditación profunda, nuestros pensamientos actúan por su cuenta sin la interferencia del mundo consciente?


El precio que hay que pagar por la autenticidad de pensamiento ¿es el vivir en sociedad?


Cuando eres consciente de que ni tan siquiera tus pensamientos te pertenecen... bueno, simplemente, acojona... aún así... seguimos...


Siempre,

Analema


P.D.: gracias a P.J.B. por generar esta reflexión

01 julio 2021

Reflexiones ajenas: SER

 

“ Cuando acepto lo que siento se produce una transformación mágica y plena.
Paso a SER “
P.J. Buades


No a ser feliz.
No a ser mejor.
No a ser consciente.

Cuando te abres.
Cuando asumes.
Cuando entiendes.
Cuando aceptas.

Cuando eres consciente de tu verdadero potencial, de la fuerza y la capacidad que tiene tu mente y tu alma, es cuando avanzas, cuando subes de nivel, cuando la ‘nueva’ realidad se abre ante ti.

Pero ese momento no llega un buen día y sin avisar.
No eres capaz de asumir sentimientos y realidades de un día para otro.
Vivimos inmersos en una sociedad que nos limita como especie.
Nos encauza sobre como sentirnos y como comportarnos en cada momento.

Hasta que descubres, más pronto o más tarde, que hay otra forma, que no dependes de nadie, que puedes decidir tú mismo en cada momento como sentirte, cómo gestionarlo y cómo continuar.

Y está bien.
Ser diferente está bien.
Tomar otro camino está bien.
Utilizar la introspección para conocerse está bien.

Cuando nos dedicamos tiempo, nos aislamos y decidimos dedicar un instante a desnudar nuestra alma y vernos desde lo más profundo, es cuando probablemente veamos ante nosotros la posibilidad de crecer, de cambiar, de transformar nuestra forma de ver el mundo, de vernos a nosotros mismo, de aceptarnos y de continuar.

Pero para llegar ahí hay que equivocarse, hay que sufrir, hay que lamentarse, hay que tropezar, hay que enfadarse con el mundo y con uno mismo... porque el camino será más o menos caótico dependiendo de nuestras vivencias, de cuánto tiempo nos hayamos dedicado y a nuestras ganas e ilusiones por seguir adelante, reinventarnos y reencontrarnos.

Y el cambio que se producirá no es signo de debilidad, es señal de madurez.
Es señal de constancia, de querer ver que hay más allá, de no conformarse con lo que uno es y de estar convencido de que se puede mejorar, de que se puede ser más y mejor.

Y es que la lucha no es contra terceros, ni contra el mundo ni tampoco contra la sociedad... la contienda es con uno mismo... por eso es tan jodida.

Es avanzar, cambiar para mejorar, aprender de los errores, tomar decisiones diferentes para llegar a situaciones alternativas.

Es quedarse con lo bueno, desechar lo menos bueno y seguir indagando.

Porque un día llega.
Un día descubres que has mutado.
Que tu piel es la misma, pero lo que cubría ya no.
Y respiras... y sonríes... y sabes que vas en la dirección correcta, porque avanzas a tu ritmo, sin prisas, pero seguro, sin pausa, pero firme.

¿Objetivo cumplido?
Para nada, es un estadio más,  aceptas tu cuerpo, asumes tu realidad, adoptas tus emociones... pero seguro que somos capaces de eso y más... ¿seguimos?

Siempre, 
Analema


30 junio 2021

Verdad

 

Verdad 

vs 

ideas, opiniones, juicios, pensamientos, 
creencias, interpretaciones, películas mentales, 
fantasías, conclusiones... ¡invenciones!


La verdad es un espejismo

13 junio 2021

Foscor


No era un bon dia.

No hi havia motiu aparent, però no seria un bon dia.

I no ho va ser.

 

La pena.

L’angoixa.

La tristor es van presentar sense avisar.

Sense motiu aparent.

 

Potser només per posar a prova la serenor d’aquella ànima que vagava sense rumb definit per això que anomenem existència.

 

I es van acomodar.

I es van convertir en les reines del moment.

I es van fer paleses i presents a cada instant.

 

I anava a més.

I anaven agafant protagonisme sense que res ni ningú les pogués aturar.

 

I et veus dèbil enfront del que està passant.

I no saps que fer.

I no saps per on tirar, ni com sortir-ne.

On agafar-te per no deixar-te portar per la malenconia, per la foscor que t’envolta sense motiu aparent.

 

I respires.

I medites.

I penses.

I li dones més i més voltes fins que al final, te’n adones que ningú més que tu pot aturar-ho... no saps encara com, però és cosa teva. Els altres, poc poden fer ara mateix.

 

I tornes a respirar.

I t’estires a terra.

I et fas conscient del que sents.

I no intentes esbrinar perquè passa, només valores la seva intensitat, la seva fortalesa.

 

I et deixes engolir pel que està succeint.

Però ho controles.

O no.

Deixes que et posseeixi.

Deixes que es manifesti.

Deixes que passi.

 

I tal i com ha aparegut, perd força.

Deixes que marxi.

L’acompanyes fins a la porta.

L’acomiades.

 

Tornarà?

No voldries, però saps que fa el que vol.

Mai ni enlloc estaràs fora del seu abast.

Existeix i com a tal, et pot visitar.

 

Hi ha dies, que de vegades, més val que no haguéssim viscut... però calen aquests dies per tal de valorar la resta. Per tal de poder sentir els altres i de poder ser conscient de que fer, com actuar i com afrontar a la foscor quant a aquesta li doni per tornar...

 

Sempre,

Analema

02 junio 2021

Acceptacions

 

Per què ens costa tant acceptar-nos?

Per què ens és tant complicat saber qui som, que fem aquí, quina és la nostra realitat o simplement com comportar-nos per tal de existir amb un somriure i en pau amb nosaltres mateixos?

 

Possiblement, degut al tipus d’educació que rebem, potser al moment que ens ha tocat viure o potser a com hem hagut de lluitar per ser acceptats com som.

 

Trobar-nos a nosaltres mateixos, estar a gust en la nostra pròpia pell no és una cosa senzilla ni ràpida, encara que hauria de ser lo més senzill del mon des de ben petits!

 

Precisa de pau, de serenor, d’introspecció, de saber mirar més enllà d’un mateix.

Es necessiten experiències que ens facin arribar a aquest moment?

 

Res no surt d’un dia per l'altre... necessitem que passin coses per poder créixer, per poder entendre, per poder assumir i rectificar, per re-modelar-nos, per modificar-nos, per seguir creant allò que anomenem vida.

 

El temps ajuda, el temps ensenya, el temps esculpeix l’ànima, la forma de ser, la pròpia identitat.

 

Per què costa tant entendre que el que penses avui, no ens identifica i que potser demà veurem les coses d’una altra manera i serà igual de vàlid? 

Significarà que hem avançat, que canviem, que res no és etern i que, a Déu gràcies, no estem fets de pedra ni de sorra, si no més bé d’una subtil barreja que ens permet aprendre de les vivències pròpies i alienes i quedar-nos en cada moment amb el que considerem vàlid o útil.

 

I està bé, està bé canviar d’opinió.

Està bé no tenir els mateixos pensaments de quan teníem 20 anys.

Segueixes sent tu, però amb més informació que faràs servir per seguir-te construint.

 

El teu cos canviarà a lo llarg de la teva vida, n’ets conscient i ho acceptes.

 

Per què no acceptem amb la mateixa serenor el fet de que els sentiment i les idees que ens acompanyen en cada moment son només part del nostre camí i no algo que ens defineix?

 

Podem deixar d’estimar, podem canviar la manera d’estimar, podem no estimar, podem desitjar, sempre serà un sentiment vàlid en cada moment pel simple fet de que és el nostre.

 

Podem pensar de la forma més absoluta possible, podem anar canviant la forma de pensar a lo llarg de la nostra vida cap a pensaments més lliberals per fets que ens succeeixen, per vivències que se’ns presenten o per persones que es creuen al nostre camí.

 

També tenim la opció de millorar com a éssers humans, de no conformar-nos, de no acceptar que això és tot el que hi ha. 


Desitjar anar més enllà, prendre consciència de que no tot el que necessitem se’ns donarà per part dels demés... la nostra pròpia essència, el nostre cor, el nostre cervell s’aniran construint dedicant-nos temps, aprofitant tot el que ens envolta, creant moments màgics, útils, tranquils, conscients... envoltant-nos de natura, allunyant-nos del soroll, de la gent, retrobant-nos amb nosaltres mateixos.

 

Res no és etern tret de la nostra eterna recerca de millorar com a persones.

De ser millor que el que érem ahir.

De ser més plens i més autèntics, més reals i més útils...

 

Estàs a gust amb el que penses, amb el que sents, amb el que ets?

 

Està i sempre ha estat a les teves mans canviar-ho, modelar-ho... dedica’t temps, sigues conscient d’on estàs, i d’on voldries arribar o com a mínim, de quin és el camí que et treurà d’on estàs per apropar-te cap a on vols anar.

 

Ningú no és necessari.

Tothom és necessari!

 

A ningú pots forçar a que formi part d’aquest canvi.

Això només et correspon a tu.

Aprèn de qui t’envolta.

Agafa el que necessitis.

Utilitza el que consideris.

Però el camí l’has de començar tu tot sol.

 

Tropissaràs, t’entrebancaràs, cauràs, res no serà idíl·lic, tornaràs enrere mil i una vegades, canviaràs d’estratègia les vegades que siguin necessàries... però arribarà el dia en que creguis que ho has aconseguit... i tot just aquell dia, t’adonaràs també, de que has de seguir endavant, que això no s’acaba ni s’acabarà mai. Que ara ets molt més conscient i real del que eres abans, però que pots millorar, que pots seguir sent més tu.

 

Només confia en tu mateix.

Rodeja’t de persones que t’omplin, que t’aportin coses.

Desfés-te de persones que simplement vulguin aparentar, de persones que t’aturen o et fan endarrerir. I si els hi deixes una petita opció de ser-hi, sigues molt conscient del que està passant i controla sempre la situació del que vols i del que necessites.

 

Accepta que mai no seràs el mateix.

Gaudeix de tu mateix en cada moment.

Abraça els canvis, celebra’ls!

I sempre, sempre aprèn i qüestiona, serà i és la millor inversió que pots fer en tu mateix.

 

Sempre,

Analema

26 mayo 2021

Héroes sin capa y egoismo encubierto


Ayer, alguien a quien aprecio muchísimo, aunque he de reconocer que apenas conozco, me decía que el hecho de ayudar a los demás puede considerarse como una acción de egoísmo encubierto por la sensación de bienestar que nos produce.


De primeras le dije que no, que el egoísmo tiene una connotación negativa y los actos altruistas hacia los demás son todo lo contrario, pero no dejo de darle vueltas al trasfondo de sus palabras.

 

Sea como fuere, ha vuelto a pasar... el tiempo a vuelto a pararse y lo único que teníamos ante nosotros era la responsabilidad de que unos extraños disfrutaran de la experiencia de su vida.

 

Extraños que, a lo largo de las horas y los días, dejaban de serlo para pasar a ser rostros conocidos.

 

Extraños a los que te alegrabas de volver a ver, a los que ibas calando conforme superaban avituallamientos y que al final los habrías abrazado, pero...

 

Aunque siempre hay excepciones y con permiso del respetable, has abrazado a quien se ha dejado.

 

Ese risueño sanitario, con el que coincidiste hace una eternidad en una donación de sangre y que ves una sola vez al año, precisamente en este mismo fin de semana. Llamémosle, extraño familiar.

 

O ese sanitario que se pasa interminables horas en quirófano pero que estos días se cambia de uniforme y pasa a ser un mortal como todos los demás.

 

O ese otro sanitario que mientras te ofrece jamón del bueno de su furgo te dice, como si fuese lo más normal del mundo, que mientras hacen tiempo para que su compi de equipo llegue al avituallamiento se han dado un merecido baño de camino.

 

Ese adorable sanitario cascarrabias que aún sabiendo cual es la situación sanitaria actual, considera las medidas tomadas injustas y desmedidas y entra echando pestes en cada avituallamiento. Al final descubres que tiene su corazoncito y hasta conseguimos sacarle una sonrisa, ¡hasta foto nos hicimos con él!

 

Entre los que os ayudamos también tenemos extraños que pasan a ser amigos al final del fin de semana... 

 

Tenemos a ese sanitario que ha estado y está dándolo todo en UCI durante toda la semana y al que todavía le quedan fuerzas para madrugar, ayudar y disfrutar como un enano de esta brutal experiencia.

 

O a ese otro que día a día cuida de nuestros mayores protegiéndoles de toda amenaza posible y ofreciéndoles cariño y compañía día sí y día también.

 

Este año, ellos han sido nuestros héroes en zapatillas... sin capa, sin portadas, sin llegadas a meta estridentes... siempre habéis sido imprescindibles, necesarios e irreemplazables, ahora, el mundo es consciente de ello.

 

Pero no sólo de sanitarios vive la Trail, también tenemos desconocidos que al final del fin de semana acaban siendo caras amables que bajo la mascarilla te dedican una sonrisa... ¡¡o eso queremos creer!!

 

Está el hombre del desierto, que quiso demostrarnos que bajo un sol de justicia se puede correr con mallas largas y camiseta de manga larga... al más puro estilo beduino vamos... lástima que sus pies no aguantasen... ¡¡te esperamos el año que viene!!

 

Está ese dorsal 601 que llegó al primer avituallamiento siendo la última con diferencia y nadie apostaba por ella... pues nos demostró a todos que con esfuerzo, tesón y la cabeza correctamente amueblada se puede llegar a meta... ¿la última? sí, pero delante de todos los que por un motivo u otro tuvieron que abandonar y de los que ni nos atrevimos a enfundarnos un dorsal, con la cabeza bien alta tras haber superado los mismos kilómetros que los demás disfrutando muchísimo más de la experiencia. ¡¡Gracias por la lección de humildad!!

 

Luego tenemos a ese ser tan especial que año tras año, es vencido por su corazón por encima de su cabeza.

Quién sabe que no ha entrenado la prueba como debería, pero a quien su cabeza le dice, vaaaa, lo has hecho antes, ¡puedes hacerlo!

Y se lanza.

Y su familia le apoya y le sigue al fin del mundo.

Y sus amigos le esperamos con ilusión.

Y nos monta un numerito de zombi viviente que nos asusta.

Y consigue que el mundo se pare.

Pero le damos espacio... tiempo... y vuelve y regresa de entre los casi muertos y come y bebe y va al baño y acaba saliendo del avituallamiento andando y acaba la carrera ¡corriendo!

El año que viene vas de dorado... un año más, ¡te esperamos!

 

O esa historia desgarradora de quien no puede tomar naranja ni nada con sabor a naranja por motivos médicos que te sobrecogen el alma.

El año que viene haremos lo imposible por atenderte mejor, ¿volverás?

 

O esos corredores cachondos que adornan sus dorsales con curiosas referencias a la ducha.

 

O ese dorsal que corre por sus hijos y los lleva siempre presentes.

 

O ese otro al que conociste hace 7 años, que cuando te ve se acuerda de ti ¡¡y de tu nombre!! creedme, ¡¡¡algo así es brutal!!!

 

Capítulo especial merecen dos personas que con discapacidad visual se atreven por norte y sur a conquistarnos y dejar al nivel del barro a quien no es capaz de disfrutar de la vida teniéndolo todo.

Gracias de corazón a esos dos dorsales que habéis decidido aceptar el reto, plantaros en la línea de salida, comeros los kilómetros con sol o lluvia y entrar en meta orgullosas del esfuerzo realizado.

No sois grande, ¡sois enormes!

Lástima que no pudimos daros un reconocimiento como os merecéis en una enorme sala llena de gente, seguro que, si nos dais la opción, el año que viene el nirvana será vuestro.

 

Y así podría continuar hasta aburriros... así que vamos a ir dejándolo.

 

Gracias por venir, gracias por habernos dado la opción de ayudaros, de echaros un cable para poder cruzar esa última barrera en meta.

 

Lo hemos hecho lo mejor posible dentro de las circunstancias, ¡esperamos que no nos suspendáis!

 

Aprenderemos de nuestros errores, mejoraremos, ¿os esperamos de nuevo?


Quizá mi nuevo amigo tenga razón.

¿Así es como sabe el egoísmo encubierto?

Por favor, ¡¡póngame dos tazas!! 

 

Siempre,

Analema


P.D.: breve crónica de mi forma de vivir y sentir la Trail Menorca Camí de Cavalls 2021

 

Foto robada de un perfil de whatsapp que a su vez fue sustraida de un perfil de facebook.


11 abril 2021

Reflexiones reflexionadas



 LO QUE YO PIENSE DE MI

Y

LO QUE PIENSEN DE MI TIENE LA MISMA IMPORTANCIA,

NINGUNA.

= Pere Joan =


Tan superficial y tan profundo a la vez.

Lo que yo piense de mí, no tiene importancia... ergo, ¿no importa?
Lo que piensen de mí los demás, tampoco importa.

Entonces, ¿dejamos de pensar?, ¿dejamos de tener opiniones?
O simplemente ¿dejamos de compartir las opiniones que tenemos?

Ni una, ni la otra, ni la de más allá... simplemente deberíamos despojar de importancia las opiniones propias y ajenas.

Aceptarlas, asumirlas en su justa medida, pero no hacer de ellas un dogma de fe o una verdad absoluta.

Nunca llegarán solas... siempre irán asociadas a una intención, a un motivo, a una petición.

Porque además, nuestra mente es quien rige nuestro devenir en esta existencia llamada vida... por lo tanto, si llenamos nuestro día a día de elogios y bondades, nuestro ego crecerá hasta cotas máximas, pero, ¿qué ocurrirá cuando las opiniones, ajenas y propias, sean más bien todo lo contrario, negativas y oscuras?

Entonces nuestro pilar se desequilibrará, se desmoronará, nuestro ánimo cambiará, nuestra forma de ver el mundo y a los demás se volverá opaca... nada bueno puede salir de algo negativo.

Una solución a los altibajos emocionales, pasaría por no dar cabida a opiniones propias o ajenas e intentar ver el mundo y lo que nos rodea de la forma más práctica, simple y clara posible.

Hay un pero... de momento uno... la interacción con los demás, sin opiniones, es infertil y vacía.

La soledad, el saber aprender a convivir con uno mismo y con tus propios pensamientos, es el más preciado tesoro que podamos regalarnos.

Pero siempre llega el momento en que precisamos de contacto ajeno.

Ese alguien de quien puedes aprender, que puede complementar tus ideas y opiniones, quien puede darle otro punto de vista a tu realidad, ese alguien que quizá llene algún vacío, ese alguien a quien no te importará pedir ayuda.

Ese alguien, esas personas, tendrán opiniones, en ocasiones coincidirán con las tuyas, a veces diferirán, pero en su justa medida has de contemplarlas, por un momento, como verdaderas... posteriormente y de nuevo en soledad, deberás procesarlas, entenderlas, interiorizarlas y discernir si son aceptables de ser introducidas en tu realidad o por el contrario son, simplemente, una opinión dispar a la propia.

Resumiendo... ¿LO QUE YO PIENSE DE MI Y LO QUE PIENSEN DE MI TIENE LA MISMA IMPORTANCIA, NINGUNA?

Pues sí desde el punto de vista de que cuando esas opiniones, propias o ajenas, sean negativas, será contraproducente asumirlas.

Pero no desde el punto de vista de que para evitar asumir o interrelacionarnos con opiniones negativas tengamos que alejarnos de todo ser humano y valernos únicamente de nuestro propio mundo para subsistir. Aunque a veces ese mundo propio, sea incluso más peligroso que cualquier opinión ajena.

Así pues... seamos cautos, aprendamos de los errores, asumamos que no siempre estaremos de acuerdo con las ideas de los demás, sepamos reflexionar sobre las cosas que nos ocurren, como nos llegan, como las interpretamos y como actuamos ante ellas.

Probablemente no debamos dar importancia a las opiniones... quizá sí a las personas que las emiten...

Siempre,
Analema