16 diciembre 2016

Arriesgarse para aprender



Esto de salir al monte a hacer el cabra me está resultando de los más didáctico y entretenido.

Me ha recordado valores que tenía oxidados, me ha facilitado herramientas que desconocía para hacer del día a día algo más extraordinario de lo que por si mismo ya es, me ha dado la posibilidad de hacer cosas que jamás pensé que haría, me ha permitido conocer a gente increíble… desconocidos que tras unas horas o unos días de convivencia, poco a poco, van pasando la barrera del ‘ser un extraño’ hasta el ‘ser alguien importante’.

De esa transición me he quedado con amigos nuevos, con conocidos de ‘hola y adiós’, con quien sabes que no volverás a coincidir y tampoco te importa demasiado, con personajes con los que, desgraciadamente, tienes una estrecha relación ‘antes y durante’ pero que desaparecen ‘después’... supongo que es como la vida misma a pequeña y reducida escala. También está esa interacción de trabajo-ocio que ha empezado, pero no sabes muy bien como acabará, y la única opción que tienes para salir de dudas, es vivirla.

En este último grupo es donde quedaría englobada mi relación con ellos.

Ellos optaron un buen día por ofrecerme, a ciegas, la posibilidad de colaborar en un atractivo proyecto en el que consideraron que podría echarles una mano.

Hace un tiempo decidí que viviría cada oportunidad como si jamás pudiera volver a presentarse, así que me lancé, en abierto y sin paracaídas, a ver que pasaba, total… siempre me quedaba el escudo del monitor que me separa del mundo por si las cosas se ponían feas.

Y el engranaje se puso en marcha, el trabajo empezó a ser efectivo, el feedback era positivo y real, surgió la comodidad, la tranquilidad, las bromas y llegó el día en que esa ‘realidad’ traspasa el monitor y se presenta en carne y hueso en el aeropuerto y te ves a ti misma con un cartel súper chulo, como mandan los cánones, para recoger a ese ‘alguien’ cargado de ilusión y porqué no admitirlo, de dudas como tu.

Las relaciones entre los humanos están condicionadas por el entorno, por el ‘qué dirán’, por el ‘qué opinarán’… bah! rebeldía mode ON.

Vas a compartir 48 horas con un completo desconocido del que solamente tienes una ligera idea de como es por las palabras escritas que llegan a tu correo… y hombre… a veces arena… otras cal… ¡puede pasar cualquier cosa!

Nada ni nadie osó estropear el fin de semana… mediados de diciembre, pero con una temperatura como si estuviéramos a finales de verano… salvo en el agua :D



Sin viento, sin lluvia, sin interrupciones de ningún tipo (¡incluso sin cobertura!), sin horarios que cumplir salvo los que dicta la madre naturaleza.
Sin agobios ni aglomeraciones. 
Paz, soledad, tranquilidad… el camino se abría delante de nuestros pasos como dándonos la bienvenida al paraíso para que pudiéramos disfrutarlo de la mejor manera posible… con el corazón y con una enorme sonrisa.

Incluso la noche se unió a nuestro fin de semana perfecto para participar en ese momento de excelencia que nos faltaba.

La luna en cuarto creciente ofreciéndonos la luz perfecta para no ir de un lugar a otro a tientas, cielo despejado, un lienzo de puntitos brillantes esperando que los disfrutáramos con los ojos como platos… y la guinda del pastel… lluvia de estrellas únicamente para nosotros, para nuestro deleite, para nuestras retinas... para nuestro recuerdo.

Si a las circunstancias positivas que nos acompañaron durante los dos días le añades que la persona que tienes a tu lado congenia en un % muy elevado con tu sentido del humor, con tu forma de ser, que estás cómoda desde el primer momento, que la conexión es real y no fingida, que las cosas son como son y no como a veces quieren pintarlas, que has conseguido olvidarte de la rutina y reír como hacía tiempo que no lo hacías, pues… un éxito total.

Alguien extraordinario como compañero de aventuras, de quien aprender y con quien desconectar, condiciones meteorológicas inmejorables (¡manga corta en pleno diciembre!), regalo de los cielos en plena noche, horarios cuadrados a la perfección, sin interrupciones, sin pausas ni prisas… ¿qué más se le puede pedir a un fin de semana con un desconocido?

Gracias SenderosGr por ofrecerme la posibilidad de salir de mi zona de confort… a veces el ser humano te sorprende… o quizá te sorprendas tu mismo… cuando eres capaz de unir esas dos cosas, el mundo casi se para ;-)

Gracias jefe, por esos días dignos de recuerdo en donde todas las piezas encajaron al milímetro… y en donde sólo nos faltó… el resto del equipo.

Siempre,
Analema


08 noviembre 2016

No marxeu, només descanseu...


Aquest any tenia molts reptes per aconseguir… llista que conforme passava l’any anava ampliant o modificant… què voleu? no totes es il·lusions t’arriben de cop el dia de Reis :D

Una de les fites a aconseguir, era veure-us en concert… ho se, ho se, no té perdó de Déu que a aquestes alçades, fos aquesta una assignatura pendent, però escolta, admetre els errors és un primer pas per no tornar-los  a cometre, no? J

Vaig incorporar el repte el 17 d’abril però fins el 4 de novembre no vaig poder-la tatxar de la llista… quina espera més llarga!!!

Heu format part de la banda sonora de la meva vida durant molt de temps… que dic?! Durant tota la vida!

Heu estat aquí i allà en diversos moments claus i heu fet sempre que em sentís recolzada, acompanyada i fins i tot, menys solitària. Sempre trobava aquella cançó que encaixava bé en aquell estrany moment que em tocava viure. Gràcies!

Han estat moltes sensacions a flor de pell les que vàrem poder viure tant a baix com a dalt de l’escenari.

Van ser molts moments d’acceleració irremeiable, quan els acords d’aquella cançó que tant et fa pujar l’adrenalina començaven a sonar.

Amb els sentiments a flor de pell quan quasi en acústic vas cantar la cançó amb només el piano com a acompanyament.

Va ser memorable el retrobament amb els amics, aliats i fundadors… gràcies per omplir-nos de goig i de música la nit!!

Gràcies també per tocar la ‘meva’ cançó.

Ho hem d’admetre, tots tenim una cançó de Lax’n’Busto que considerem ‘la nostra’. Hi havia moltes possibilitats de que ens la regaléssiu aquella nit, però també n’hi havia moltes de que es quedés fora… 30 anys donen per moltes cançons i 2 hores per ben poques!!! Vaig tenir sort! ;-)

Gràcies per la connexió amb el públic, gràcies per aquelles mirades d’agraïment sense paraules, gràcies per aquells somriures de plaer absolut, per aquelles llàgrimes que van estar a punt de sortir però que vau aconseguir retenir… gràcies per tant bon rotllo, gràcies per gaudir fent el que feu, gràcies per fer-nos sentir vius i que el temps ens passés volant… gràcies per els records que se’ns van quedar gravats a foc durant aquella nit… gràcies per ser-hi, gràcies per existir.

Tornarem… oi tant que tornarem… vosaltres a embogir-nos amb les vostres emocions i vivències fetes cançons i nosaltres a gaudir com si fos la primera vegada que us sentim i re-enamorant-nos de vosaltres de nou.

Sempre hi sereu… sempre existireu…

Made in Lax’n’Busto…


Gràcies i un somriure!!


Foto realitzada per Xavier Mercadé


Sempre,
Analema

03 octubre 2016

Nos vamos de excursión...



Era complicado que todo saliera bien, realmente difícil, pero había que intentarlo.

Eran 9 días de convivencia con extraños o como poco, con gente con la que has pasado un rato y guay, pero esto señores, era otra cosa, era pasarse 24 horas al día, día sí y día también, en un radio de acción muy reducido.
Si bien no pegado a los demás de forma continuada, pero relativamente cerca como para que saltaran chispas, para que sus estragos, vibraciones, comentarios o ideas llegaran a afectarte.

Y llegó el día en que nos liamos la manta a la cabeza y sin pensarlo dos veces, que por algo habíamos fantaseado con el día D y la hora H durante un montón de meses, nos vimos las caras con la ilusión propia de un crío el su primer día de colegio.

Éramos muy diferentes.
Teníamos nuestras diferencias, pero… quién no tenga un gramo de locura en su persona, que lance la primera piedra… o mirada, no vayamos a ser violentos :-)

Cada uno fue cogiendo su rol en el grupo, el cabecilla, el preocupado, el último, el del montón, el rarito, el inconformista… había para todos los gustos y colores… éramos un clan curioso.

Pero un clan unido y respetuoso y eso fue lo que nos permitió armarnos de paciencia, tragar saliva antes de saltar, mirarnos el ombligo antes de juzgar, acompañar antes de abandonar y conseguimos todos juntos que lo que presumía ser una travesía multidisciplinar, se convirtiera en ‘todos a una’ y permitiera que las sonrisas se mantuvieran la mayoría del tiempo en nuestros rostros.

Para recordar… momentos y vivencias…

Las distancias medidas en línea recta no acabaron de convencer a más de uno.

Las curas a primera y a última hora salvaron también a más de uno… ¡¡¡lástima de los que perdimos por el camino!!!

Los saltos de pértiga en plena noche nos asustaron, pero nadie fue capaz de perdonar un rato en brazos de Morfeo por acompañar a la atleta… ¡¡ahí fallamos!! caxissss

El cerrar casi siempre el grupo tuvo su gracia, consigues unas escenas sin nadie que te moleste, única y exclusivamente para uno mismo… ¡hasta tiene sus ventajas!

El postureo de turno cuando llegábamos a un mirador o a una cima estaba a la órden del día… ¡¡que haríamos sin los recuerdos para fardar!!

Las guerras de almohadas antes de apagar las luces fueron lo más, darle alas al niño que llevas dentro, es a menudo necesario… ¡¡¡gracias!!!

El momento ‘quietus paraus, culo en roca y móviles fuera’ era repetitivo… que enganchados estamos a esa máquina infernal, ainssss

El decidir tomar tu propio rumbo, para regresar y conseguir integrarte completamente fue espectacular, ¡¡gracias!!

Tener siempre a la cabrita saltarina colándose en las fotos provocó sonrisas sinceras… eres lo más :-)

Los escarceos amorosos que iban desde media tarde a media noche, del medio este al centro central fueron constantes… sois divers :-D

Había quien era como Robinson Crusoe, que alimentaba a todo el grupo, ¡no había camino que se le resistiera! ¡ni zagala que no recibiera su cumplido!

Los que íbamos perdiendo etapa tras etapa… pero seguían con una sonrisa sincera.

Los que no quisieron comprarse el buff conmemorativo de la travesía… rajaus…

Los que se enfrentaron a un cielo nuboso para conseguir algo que habían ansiado, frente a los prudentes que dieron marcha atrás y regresaron al cobijo del refu.

Los que a pesar de tener pánico a las alturas hicieron de tripas corazón y consiguieron vencer sus miedos dos días seguidos… ¡ahí están mis valientes!

El que llega con un ‘apodo’ y lo va perdiendo por el camino… ¡¡olé tú!!

El que aparece con una idea preconcebida de un compañero y al final tiene que variarla ligeramente porque no acaba de encajar la realidad en tu propia idea… a veces para bien, otras para algo diferente (que no para mal).

Y que decir del escurridizo, con el que tienes que vaciar un carrete entero de fotos (de los de antes) para conseguir sacarle una sonrisa en una foto… ufffff

Cuando las estadísticas de féminas y testosterona molan mogollón :D

Cuando a pesar de haberte perdido la clase de Pedro sobre las estrellas, tienes la suerte de observar una estrella fugaz a finales septiembre a la que le ha dado por bajar única y exclusivamente para ti.

Cuando no cambiarías por nada del mundo esos momentos de soledad, en plena oscuridad, observando ese cielo negro plagado de puntitos brillantes.

Cuando los gps’s marcan direcciones diferentes y estás plantado en pleno cruce de una carretera sin saber para donde ir.

Cuando el escenario que ven tus ojos vale mucho más que todas las gotas de sudor que tu cuerpo ha expulsado para llegar hasta ese punto.

Cuando el ‘càrritx’, sin pretenderlo y gracias a las indicaciones del entendido, se hace protagonista de más de un día… ¡¡e incluso llega a emigrar a Madrid!!

Cuando en lugar de un entedido en flora, ¡¡tienes dos!!! Fuimos muy afortunados.

Cuando te presentan al árbol de la pimienta… ¡¡encantada Sr. Árbol!!!

Cuando el que manda tenía ‘una buena y una mala noticia’ pero siempre, siempre con una sonrisa.

Cuando los de tierra adentro no pudieron evitar dejar la isla sin bañarse en el mar :-D

La monotonía de los picnics de cada día…

¡La curiosidad del desayuno con aceitunas e hinojo!

Cuando tienes la enorme suerte de tener pollo dos días seguidos… ¿!¿!¿!pero ayer os dieron pollo?¡?¡?

Cuando te encuentras por casualidad a unos honderos baleáricos… reminiscencia de los que lucharon con romanos y cartagineses.

Cuando te encuentras como hospitalero del refugio a uno de Es Mercadal o a uno que tocó con un músico de Ciutadella… ¡¡el mundo es un pañuelo!!

Tantos y tantos recuerdos que surgen a la memoria consciente sin que te des cuenta...

Todos somos diferentes y todos esbozaremos una sonrisa durante un tiempo más o menos largo al recordar esta semana o cuando volvamos a abrir el baúl de los recuerdos y nos deleitemos con las fotografías.

Gracias chicos, sois lo más molón del mundo mundial… sois fantabulosos.

Besotes varios, múltiples y variados.
Y abrazos, para quien quiera… que hay a quien le incomoda un abrazo, oiga, que aquí no se obliga a nadie :-)

Gracias Serra de Tramuntana, volveremos a vernos... tenemos algo pendiente.



Siempre, 
Analema

P.D.: cuando te da por hacer un amigo peludo en el momento menos oportuno :D


Mont Saint-Michel



Era como cualquier otro chico de su edad.
Con sus miedos y sus temores.
Con su seguridad indecisa y sus proyectos de futuro.

Había tenido una vida repleta de momentos felices y alguno que otro que habría preferido no vivir.
Como cualquier joven de su edad.

Tenía sueños por cumplir, momentos por materializar, recuerdos que inmortalizar… tenía toda una vida por delante.

Y quería hacerlo a través de su arte.

Podría haber sido escritor, pero las letras se le rebelaron ya en el colegio.

Podría haber sido músico, pero no tuvo paciencia.

Podría haber sido arquitecto, pero la vida se empeñó en atrancar esa puerta… quizá algún día lograra derribar esos pequeños muros y salir por ella.

Tenía problemas de identidad desde pequeño hasta que un buen día dejó de darle importancia al hecho de no saber quien era y decidió en cambio ser quien quisiera ser en cada momento y en cada situación.

Ese hecho marcó un antes y un después en su vida.

No pensaba, no analizada, su mente estaba fuera del partido, sólo su alma dictando los trazos que el lápiz dibujaba sobre el lienzo a través de sus dedos.

Encontró la libertad para dejar que sus manos fueran capaces de crear lo que su corazón le dictaba.

Y así fue como descubrió que era mucho más de lo que jamás habría imaginado.
Y así fue como se dio cuenta de que era capaz de hacer cosas que no sabía que podía.
Y así fue como fue consciente de que al igual que el Mont Saint-Michel escondía un bello y hermoso secreto a quien tuviera la paciencia de esperar entre sus muros, él sería capaz de asombrar al mundo con sus bocetos si le daban el tiempo, el espacio y la paz suficiente para sacar todo lo mágico y maravilloso que había en su interior.

Así que… campeón… jamás debes rendirte ante tus sueños, ¡sólo persíguelos!

Quizá no sea el definitivo, quizá no sea el final, pero te hará grande, te hará sabio, te enseñará y te modelará para que un día, más cercano que lejano, consigas llegar a obtener todo lo que mereces y a ofrecer al mundo todo lo mejor que hay en ti.

Trabaja siempre en la dirección correcta, en la que dicte tu corazón mientras estés soñando… es la única forma de no equivocarte… o de que duela menos si al final te equivocas…

Se como el Mont Saint-Michel, florece desde lo más hondo de tu ser para brindar lo mejor de ti a quien esté a tu lado, a quien permitas poder disfrutarlo.

Se siempre tu, no dejes que nadie te lo impida.

Y sonríe :-) no se te olvide.

Todos los derechos reservados J.Leo

Siempre,
Analema