03 octubre 2016

Nos vamos de excursión...



Era complicado que todo saliera bien, realmente difícil, pero había que intentarlo.

Eran 9 días de convivencia con extraños o como poco, con gente con la que has pasado un rato y guay, pero esto señores, era otra cosa, era pasarse 24 horas al día, día sí y día también, en un radio de acción muy reducido.
Si bien no pegado a los demás de forma continuada, pero relativamente cerca como para que saltaran chispas, para que sus estragos, vibraciones, comentarios o ideas llegaran a afectarte.

Y llegó el día en que nos liamos la manta a la cabeza y sin pensarlo dos veces, que por algo habíamos fantaseado con el día D y la hora H durante un montón de meses, nos vimos las caras con la ilusión propia de un crío el su primer día de colegio.

Éramos muy diferentes.
Teníamos nuestras diferencias, pero… quién no tenga un gramo de locura en su persona, que lance la primera piedra… o mirada, no vayamos a ser violentos :-)

Cada uno fue cogiendo su rol en el grupo, el cabecilla, el preocupado, el último, el del montón, el rarito, el inconformista… había para todos los gustos y colores… éramos un clan curioso.

Pero un clan unido y respetuoso y eso fue lo que nos permitió armarnos de paciencia, tragar saliva antes de saltar, mirarnos el ombligo antes de juzgar, acompañar antes de abandonar y conseguimos todos juntos que lo que presumía ser una travesía multidisciplinar, se convirtiera en ‘todos a una’ y permitiera que las sonrisas se mantuvieran la mayoría del tiempo en nuestros rostros.

Para recordar… momentos y vivencias…

Las distancias medidas en línea recta no acabaron de convencer a más de uno.

Las curas a primera y a última hora salvaron también a más de uno… ¡¡¡lástima de los que perdimos por el camino!!!

Los saltos de pértiga en plena noche nos asustaron, pero nadie fue capaz de perdonar un rato en brazos de Morfeo por acompañar a la atleta… ¡¡ahí fallamos!! caxissss

El cerrar casi siempre el grupo tuvo su gracia, consigues unas escenas sin nadie que te moleste, única y exclusivamente para uno mismo… ¡hasta tiene sus ventajas!

El postureo de turno cuando llegábamos a un mirador o a una cima estaba a la órden del día… ¡¡que haríamos sin los recuerdos para fardar!!

Las guerras de almohadas antes de apagar las luces fueron lo más, darle alas al niño que llevas dentro, es a menudo necesario… ¡¡¡gracias!!!

El momento ‘quietus paraus, culo en roca y móviles fuera’ era repetitivo… que enganchados estamos a esa máquina infernal, ainssss

El decidir tomar tu propio rumbo, para regresar y conseguir integrarte completamente fue espectacular, ¡¡gracias!!

Tener siempre a la cabrita saltarina colándose en las fotos provocó sonrisas sinceras… eres lo más :-)

Los escarceos amorosos que iban desde media tarde a media noche, del medio este al centro central fueron constantes… sois divers :-D

Había quien era como Robinson Crusoe, que alimentaba a todo el grupo, ¡no había camino que se le resistiera! ¡ni zagala que no recibiera su cumplido!

Los que íbamos perdiendo etapa tras etapa… pero seguían con una sonrisa sincera.

Los que no quisieron comprarse el buff conmemorativo de la travesía… rajaus…

Los que se enfrentaron a un cielo nuboso para conseguir algo que habían ansiado, frente a los prudentes que dieron marcha atrás y regresaron al cobijo del refu.

Los que a pesar de tener pánico a las alturas hicieron de tripas corazón y consiguieron vencer sus miedos dos días seguidos… ¡ahí están mis valientes!

El que llega con un ‘apodo’ y lo va perdiendo por el camino… ¡¡olé tú!!

El que aparece con una idea preconcebida de un compañero y al final tiene que variarla ligeramente porque no acaba de encajar la realidad en tu propia idea… a veces para bien, otras para algo diferente (que no para mal).

Y que decir del escurridizo, con el que tienes que vaciar un carrete entero de fotos (de los de antes) para conseguir sacarle una sonrisa en una foto… ufffff

Cuando las estadísticas de féminas y testosterona molan mogollón :D

Cuando a pesar de haberte perdido la clase de Pedro sobre las estrellas, tienes la suerte de observar una estrella fugaz a finales septiembre a la que le ha dado por bajar única y exclusivamente para ti.

Cuando no cambiarías por nada del mundo esos momentos de soledad, en plena oscuridad, observando ese cielo negro plagado de puntitos brillantes.

Cuando los gps’s marcan direcciones diferentes y estás plantado en pleno cruce de una carretera sin saber para donde ir.

Cuando el escenario que ven tus ojos vale mucho más que todas las gotas de sudor que tu cuerpo ha expulsado para llegar hasta ese punto.

Cuando el ‘càrritx’, sin pretenderlo y gracias a las indicaciones del entendido, se hace protagonista de más de un día… ¡¡e incluso llega a emigrar a Madrid!!

Cuando en lugar de un entedido en flora, ¡¡tienes dos!!! Fuimos muy afortunados.

Cuando te presentan al árbol de la pimienta… ¡¡encantada Sr. Árbol!!!

Cuando el que manda tenía ‘una buena y una mala noticia’ pero siempre, siempre con una sonrisa.

Cuando los de tierra adentro no pudieron evitar dejar la isla sin bañarse en el mar :-D

La monotonía de los picnics de cada día…

¡La curiosidad del desayuno con aceitunas e hinojo!

Cuando tienes la enorme suerte de tener pollo dos días seguidos… ¿!¿!¿!pero ayer os dieron pollo?¡?¡?

Cuando te encuentras por casualidad a unos honderos baleáricos… reminiscencia de los que lucharon con romanos y cartagineses.

Cuando te encuentras como hospitalero del refugio a uno de Es Mercadal o a uno que tocó con un músico de Ciutadella… ¡¡el mundo es un pañuelo!!

Tantos y tantos recuerdos que surgen a la memoria consciente sin que te des cuenta...

Todos somos diferentes y todos esbozaremos una sonrisa durante un tiempo más o menos largo al recordar esta semana o cuando volvamos a abrir el baúl de los recuerdos y nos deleitemos con las fotografías.

Gracias chicos, sois lo más molón del mundo mundial… sois fantabulosos.

Besotes varios, múltiples y variados.
Y abrazos, para quien quiera… que hay a quien le incomoda un abrazo, oiga, que aquí no se obliga a nadie :-)

Gracias Serra de Tramuntana, volveremos a vernos... tenemos algo pendiente.



Siempre, 
Analema

P.D.: cuando te da por hacer un amigo peludo en el momento menos oportuno :D


Mont Saint-Michel



Era como cualquier otro chico de su edad.
Con sus miedos y sus temores.
Con su seguridad indecisa y sus proyectos de futuro.

Había tenido una vida repleta de momentos felices y alguno que otro que habría preferido no vivir.
Como cualquier joven de su edad.

Tenía sueños por cumplir, momentos por materializar, recuerdos que inmortalizar… tenía toda una vida por delante.

Y quería hacerlo a través de su arte.

Podría haber sido escritor, pero las letras se le rebelaron ya en el colegio.

Podría haber sido músico, pero no tuvo paciencia.

Podría haber sido arquitecto, pero la vida se empeñó en atrancar esa puerta… quizá algún día lograra derribar esos pequeños muros y salir por ella.

Tenía problemas de identidad desde pequeño hasta que un buen día dejó de darle importancia al hecho de no saber quien era y decidió en cambio ser quien quisiera ser en cada momento y en cada situación.

Ese hecho marcó un antes y un después en su vida.

No pensaba, no analizada, su mente estaba fuera del partido, sólo su alma dictando los trazos que el lápiz dibujaba sobre el lienzo a través de sus dedos.

Encontró la libertad para dejar que sus manos fueran capaces de crear lo que su corazón le dictaba.

Y así fue como descubrió que era mucho más de lo que jamás habría imaginado.
Y así fue como se dio cuenta de que era capaz de hacer cosas que no sabía que podía.
Y así fue como fue consciente de que al igual que el Mont Saint-Michel escondía un bello y hermoso secreto a quien tuviera la paciencia de esperar entre sus muros, él sería capaz de asombrar al mundo con sus bocetos si le daban el tiempo, el espacio y la paz suficiente para sacar todo lo mágico y maravilloso que había en su interior.

Así que… campeón… jamás debes rendirte ante tus sueños, ¡sólo persíguelos!

Quizá no sea el definitivo, quizá no sea el final, pero te hará grande, te hará sabio, te enseñará y te modelará para que un día, más cercano que lejano, consigas llegar a obtener todo lo que mereces y a ofrecer al mundo todo lo mejor que hay en ti.

Trabaja siempre en la dirección correcta, en la que dicte tu corazón mientras estés soñando… es la única forma de no equivocarte… o de que duela menos si al final te equivocas…

Se como el Mont Saint-Michel, florece desde lo más hondo de tu ser para brindar lo mejor de ti a quien esté a tu lado, a quien permitas poder disfrutarlo.

Se siempre tu, no dejes que nadie te lo impida.

Y sonríe :-) no se te olvide.

Todos los derechos reservados J.Leo

Siempre,
Analema


02 octubre 2016

Hoy me dio por reecontrarte...




Hoy me dio por reencontrarte.

Aunque nunca te perdí, porque nunca te tuve… curiosidades de la vida.

Hubo un tiempo en que formabas parte de mi día a día, a tu manera, sin conocerte, pero ahí estabas, a diario, puntual y superándote cada cierto tiempo, genial y sublime como sólo tu sabías hacer.

Y de repente diste un rumbo a tu vida… tu realidad continuó lejos de esta roca que tantas y tantas veces había sido tu fuente de inspiración, tu plató para conseguir hacer realidad lo que en cada momento se te pasaba por la cabeza.

Y abandonaste este barco, para subirte a un trasatlántico… y conforme te alejabas, la unión que existía entre tu arte y yo se hacía cada vez más débil, más frágil… las aglomeraciones no van conmigo, ese gran crucero era demasiado para mi… no supe conectar con tu nuevo escenario y esa fue la excusa para dejarte marchar.

Cuando por h o por b me daba por mirarme el ombligo y releer los inicios de este blog, daba con tu comentario.

El primer comentario que obtenían mis palabras en la red salieron de ti J

Sin pretenderlo y sin venir a cuento fuiste la ilusión que me dio pie a continuar, a seguir… me he hecho 'mayor' y ahora mismo me importa tres narices que nadie me lea, que nadie comente… escribo porque me apetece, porque quiero, no para los demás… olé mi rebeldía y mi bordería :D

En fin, que una tarde cualquiera de domingo, por ejemplo hoy, me ha dado por volver a los inicios y he intentado como otras tantas veces encontrar tus imágenes más recientes en la red y he fracasado, de nuevo.

Pero hoy algo diferente pasó… me dio por escribirte a una dirección antigua que desconozco si seguirá funcionando… y me dio por seguir un enlace a Facebook, que revisándolo, hasta puede ser tuyo y todo… y como no, haciendo honor a mi afán cotilla y aventurero te busco en Instagram y doy contigo de nuevo, o eso creo…

Será hoy mi día de suerte?
Volverás a distraerme con tus fotografías como años atrás?

A veces reencontrarse a uno mismo, volver a los orígenes, es lo que necesitamos para continuar.

Sea como fuere, gracias Sergio.

Siempre,
Analema