24 abril 2016

10, 25, 40, 60...


¿Ecuación oculta a la que le faltan los signos matemáticos?
¿Serie de flexiones que te esperan en tu próxima visita al gimnasio?
¿Test de inteligencia que debes desvelar?



Simple y llanamente constancia, seriedad, compromiso, solidaridad, generosidad...

Algo que no debería ser noticia.
Algo que debería ser innato a cualquier ser humano.
Algo que confirma que seguimos teniendo esperanza como raza.
Algo que debería estar íntegramente asumido en cada uno de nosotros.

No debería de haber un día para agradecer un gesto solidario y que sale del corazón.
No debería ser motivo de entrevista, fotografía o artículo en un periódico o en una página web.
No debería ser una hazaña que los demás te lo reconozcan con una palmadita en la espalda.

Ser donante... disponer de quince minutos cada tres o cuatro meses para hacer algo tan simple como puede ser una donación de sangre no debería de costarnos tanto.

En contraprestación a ese rato que dedicas a acercarte a un banco de sangre , obtienes unos resultados clínicos que te aseguran que ese preciado líquido rojo que recorre tus venas no presenta anomalías, que es apta para quien la necesite y te asegura una renovación de la misma en tu organismo... algo así como un detox sanguíneo natural.

Si eres donante y tuvieras algún tipo de patología que desconoces, cuando vayas a donar saltarán las alarmas, sabrás de su existencia y podrás prestarle atención mucho más rápidamente a que si esperas que tu cuerpo te presente síntomas de esa enfermedad.

Todo son ventajas.

No vale el 'me dan miedo las agujas'... 
¿te dan miedo las agujas?
¡pero si te has tatuado! :o

Si divides en franjas de 5-10 minutos el rato que estuvo el tatuador dibujando sobre tu piel, podrías haber hecho el bien a muchas, muchas personas.

Dejemos de ser egoístas.
Dejemos de mirarnos el ombligo.
Dejemos de ser tan esquivos y tan autosuficientes.
Dejemos de pensar en que 'a mi no me va a pasar eso'.
Dejemos de imaginar que 'si me ocurre, ya se espabilarán, no pueden dejarme morir'.

Todo el que no realiza donaciones de sangre de forma constante es que todavía no se le ha metido algo de vital importancia en la mollera... señores, la sangre no se fabrica, o hay alguien que altruistamente y sin pedir nada a cambio ha decidido ofrecer la suya para quien pudiera necesitarla o la palmas en la mesa de operaciones. Así de sencillo, así de cruel.

Porque no nos engañemos... a ti no te pasará...  pero... se sincero...

¿tienes hijos, nietos, sobrinos? ¿algún conocido que haya sido padre o madre?
¿tienes a algún familiar, amigo o conocido que haya tenido la mala fortuna de padecer o estar luchando contra un cáncer?  
¿has sufrido un accidente de coche? 
¿has estado involucrado en un accidente deportivo de importancia? 
¿has estado sobre la mesa de operaciones de algún hospital en una operación programada o de urgencia? 

Un sí a cualquiera de esas preguntas implica que, directa o indirectamente HAS NECESITADO SANGRE.

Esa sangre que no se puede fabricar, esa sangre que alguien que jamás conocerás, tuvo la amabilidad de ofrecer con la mejor de sus sonrisas.

Intenta imaginarte por un momento, que en esa operación a corazón abierto que tuvieron que hacerle a tu padre, no hubiese habido sangre disponible. 
Imagina que ese parto que presagiaba la más grande de las alegrías acaba con un bautizo y un entierro, únicamente porque no había sangre.
Imagina que ese leñazo que tu hijo se dio disfrutando en su salida del finde en BTT o recorriendo cualquier montaña acaba en tragedia porque la sangre se había acabado.
Imagina que esa persona tan especial que hay en tu vida desaparezca de ella ya no por la leucemia, sino simplemente porque no tuvo opción a luchar contra ella porque no había disponibilidad de esa bolsa de sangre que le echara una mano.

¿Te imaginas lo vacía estaría tu vida si no existieran los donantes?

Es algo que nunca te has pasado a pensar, pero está ahí. Es el día a día de muchas personas.

No valen excusas, ninguna excusa.

Tienes la obligación de hacer de este mundo un lugar mejor para ti, para los tuyos y para los que vienen detrás de ti, con algo tan sencillo como integrar las donaciones de sangre en tu día a día. ¿tan complicado es poner una entrada en tu agenda del móvil para que te recuerde cada tres/cuatro meses que tienes una cita con el banco de sangre?

Un máximo de tres veces al año si eres mujer.
Un máximo de cuatro veces al año si eres hombre.

Entre todos haremos de este mundo un lugar mejor

10, 25, 40, 60... sólo es cuestión de constancia y de proponérselo.

Si otros lo has conseguido, tu también puedes.

Consigamos entre todos que las donaciones de sangre sea algo innato al ser humano. Que no se hayan de mendigar, que no se tengan que realizar llamadas de urgencia a la ciudadanía para poder llenar las reservas de un banco de sangre.

Hagamos de este pequeño gesto nuestra bandera.
Sintámonos orgullosos de nosotros mismos, de nuestros actos y de nuestras prioridades.

¿en qué invertirías esos 15 minutos que te llevará ser donante?

Piénsatelo... 
¿nos vemos en la próxima?
¿avanzamos un escalón más en la carrera por ser mejores personas que ayer?

Siempre,
Analema


No hay comentarios: