19 mayo 2016

Caprichos del destino


Las casualidades nunca son casuales, de eso se encarga el destino, el cual es curioso, muy curioso. A veces para bien, a veces para no tan bien, ¡que le vamos a hacer!

De repente, sin pretenderlo y sin venir a cuento, hace que alguien se cruce en tu vida por un corto espacio de tiempo, así, como quien no quiere la cosa y sin avisar (total, ¿para qué va a avisar si hace siempre lo que le sale de los mismísimos?)

Y con la misma sutileza, consigue que ese alguien pase a ser una instantánea de un día de verano que queda ahí, guardada en alguna parte del alma no consciente.

Y ahí permanece, porque no es relevante, no es determinante para el día a día y fue únicamente eso, un destello del destino.

Y mira tu por donde, como quien no quiere la cosa, el destino se aburre y se torna caprichoso, obligándote a que desempolves tus recuerdos, a que éstos afloren a tu yo consciente y así conseguir que esos momentos sin importancia, pasen a ser una realidad de carne y hueso.

Y es cuando observas, le das vueltas a la cabeza, sonríes, preguntas… y abrazas.

Y sí, el recuerdo toma forma y se hace real… y sonríe… y se mueve… y ¡te abraza!

¿Qué probabilidad hay de que alguien que tiene el tamaño de un grano de arena en tu vida, como por arte de magia, aparezca de repente y sin avisar, muy lejos de cualquier lugar, en un paraíso insular y para más inri te recuerde?

Pero…

Parte negativa: ¡resulta que no se nada de ti!
Parte positiva: ¡te recuerdo! Eso me da pie a poder llegar a conocerte :-)

Parte negativa: ¡estás muy lejos!
Parte positiva: eso nunca ha impedido que coincidiéramos, ¡de lo demás se encarga el destino! :D Próxima parada casual: en cualquier montaña, sendero o camino ;-)

Parte negativa: hay muchas cosas que nos separan.
Parte positiva: ¡hay otras muchas que nos unen! ¡positivismo al poder!

Has dejado de ser un recuerdo en el alma, una imagen en un archivo digital, a pasar a ser alguien cercano aunque escurridizo.

Y es que hay gente que por mucho que la conozcas no te evocan sonrisas, no te apetece sacar tu parte cariñosa con ellas, o no te estimula dedicarles más que el tiempo estrictamente necesario para no ser considerado grosero y mira tu por donde, tu puedes llegar a provocar todo lo contrario.

Que sí, que lo mío son paranoias, que estoy como una cabra, que soy un bicho raro y demás adjetivos que se te puedan llegar a ocurrir, ¡pero mira! me encanta como soy y no pienso cambiar, así que querido recuerdo del pasado, ¡¡¡feliz día!!!

Aprovecha cada día que pase para construir la mejor versión de ti mismo, que el tiempo se encarga de rodearnos de cosas feas y pensamientos desagradables, pero nosotros somos más fuertes y más rápidos, así que podemos con eso y más.

Que el tiempo vuela y el día menos  pensado nos arrepentiremos de lo que no hicimos, no dijimos, no escuchamos, no disfrutamos… así que no dejes para más adelante lo que puedas disfrutar ahora, ¡¡nunca sabes cuando empezará a llover!!

Haz lo que te apetezca,
no lastimes a quien te importa,
pide perdón cuando sea necesario,
permítete estar triste cuando se te antoje,
haz el cabra cuando te venga en gana,
da siempre más importancia a las cosas que te hagan sonreír,
cuida a quien se lo merezca,
ve por la vida con la cabeza alta y estando orgulloso de ti mismo,

y jamás, jamás, prives a los tuyos de tu compañía.

Gracias destino, me gustan tus caprichos :)


Siempre,
Analema

(Handmade on 04/04/16)




No hay comentarios: