Las prioridades en esta vida se deciden según la realidad que nos ha tocado vivir, a saber... si tu situación es precaria económicamente, tu prioridad será tener un plato de comida cada día en la mesa, si tu precariedad es laboral, pasará sí o sí por encontrar empleo, pero qué pasa si tu precariedad es emocional? sentimental?
En esa situación tu escala de valores cambia completamente, necesitas llenar ese vacío que de repente apareció o que siempre ha estado vacío.
Cambios radicales se vislumbran en el horizonte...
Entonces, qué pasa a ser el máximo objetivo a conseguir? Estabilidad emocional? Sacrificando qué?
Si tienes a alguien que camine a tu lado puedes mover el mundo, si caminas solo, te convertirás en un conformista como otros tantos.
Entonces, que alternativas hay?
Cuál es la decisión correcta que habría que tomar?
Para empezar... tener claro nuestro objetivo, nuestra prioridad.
Es alcanzable? Hay opciones de conseguirlo? Si hay una mínima respuesta afirmativa a esa pregunta y estás dispuesto a todo, a por él!!
Sacrificando qué?
Hay que ser realistas, ser conscientes de nuestras posibilidades, de nuestros recursos y estar dispuesto a sacrificar quizá comodidades de las que ahora disfrutamos, para conseguir nuestra meta.
Las decisiones a tomar probablemente serán duras y cuesta arriba, pero, todo vale si el fin lo merece.
Una parte del camino, la más dura, habrá que hacerla en solitario, es lo que hay! Nunca llueve al gusto de todos.
Pero al final del camino, si nuestras bazas se han jugado correctamente y la suerte nos ha acompañado, quizá nos espere una gran recompensa... nuestro objetivo, hecho realidad.
Quien no arriesga no gana... aunque nadie dijo que fuera fácil, eh? es la única forma de no estar lamentándose de por vida por algo que pudo haber sido y no fue.
Nuestra vida es enteramente nuestra, nosotros la construimos con el día a día y por ello somos responsables de como salga. Si nos limitamos a que se vaya construyendo sola, contemplando desde fuera como meros espectadores, no tendremos la potestad de quejarnos luego del resultado.
Esta vida nos brinda opciones, alternativas y en cuando nos encontramos delante de un camino con varias bifurcaciones, hay que sentarse, tomarse el tiempo que uno necesite y decidir, con los pros y los contras en la mano, que camino tomar.
A lo mejor, al final del camino, nos espera esa otra vida en la que caminaremos acompañados y nos sentiremos con la fuerza suficiente como para hacer maravillas.
Quizá no, quizá no salgan las cosas como hubiéramos deseado, pero para conseguir el cielo hay que moverse, decidir, elegir.
Si no lo intentamos, jamás lo conseguiremos.... si lo intentamos, pero no lo conseguimos, jamás podremos echarnos en cara el no haberlo intentado.
Bienvenidos a este emocionante camino que es el de la vida.
Siempre,
2 comentarios:
He encontrado tu blog por casualidad y te diré que me gusta mucho como escribes. No es fácil expresar con sencillez nuestros pensamientos o sentimientos para que lleguen a los demás. Yo, me pregunto por qué cada vez arriesgamos menos en el amor. Quizá nos hemos cargado de MIEDOS de fracasos anteriores. Hoy sólo pido seguir siendo yo misma, mantener mi alma pura aunque resulte una ingenua y decido mi propia coherencia. Dura soledad, yo también quiero el CIELO, pero cada vez cuesta más moverse.
Será que "Hoy necesito...".
Un abrazo.
Anónimo, gracias por dejarte caer por aquí :) aunque fuera de casualidad y gracias por tus palabras.
Nos caemos y hemos de levantarnos, el amor nos da esquinazo pero hay que perseguirlo y en la próxima estación, cuando de nuevo lo tengamos a tiro, rendirnos a él de igual forma que la primera vez, llenos de inocencia pero repletos de sabiduría.
Un saludo... y un abrazo,
Analema
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