Dejando atrás las fuentes de a pie de calle que hemos comentado unos posts más abajo, llegamos, inexorablemente, a la majestuosa Fontana di Trevi.
La conoces sin haber estado en Roma, la conoces de reportajes televisivos, de alguna que otra revista, porque ha salido en multitud de películas o porque alguien te habló de ellas tras su último viaje.
Pero impacta ver su dimensión cuando te encuentras frente a ella, ocupa toda una plaza, no una parte o una esquina o un trocito, no, la pared posterior de un edificio es donde está situada la Fontana di Trevi que se levanta impresionante con todas sus esculturas de marmol blanco.
Es bonita llena de gente...
pero impresiona muchísimo más y vale la pena si sacrificas unas horas de sueño, para poder verla sin ella...
Al amanecer la Fontana es testigo de la intrusión de los miembros de la brigada municipal encargados de despojarla de sus valiosas monedas lanzadas por miles de turistas junto a sus más oscuros deseos ...
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