No tenías obligación conmigo, ninguna, pero siempre has estado unido de alguna forma a mi, siempre nos ha unido ese que-se-yo, ese cariño, ese sentimiento...
Por eso mismo, porque nos une un pasado, unas sensaciones, unos recuerdos, cualquier acto que provenga de tí, por pequeño que sea, puede construir en mi una sonrisa enorme o puede hundirme en los confines más oscuros.
Sabías que debías hacerlo, dices que querías hacerlo, pero no lo conseguiste.
Lo intentaste, o eso dices, pero no lo materializaste.
Te esforzaste realmente lo necesario para conseguir lo que querías?
Tus ganas de hacerme saber, fue realmente proporcional al esfuerzo que invertiste en ello?
Finalmente lo supe, sí, pero cuando ya había pasado y créeme, no deseo el dolor que sentí en ese preciso momento ni a mi peor enemigo.
Algo se rompió en mi alma, es como si ese nexo que nos unía desapareciera por un momento, cambiara de forma para siempre...
No pude llorar en ese momento, porque no era el momento, no pude llorar esa noche porque no era el momento, no pude llorar al día siguiente porque no era el momento. Ahora, en la soledad de este blog, en el inmenso agujero negro que es internet, lloro.
Lloro porque no te veo feliz, lloro porque siento que me has fallado, lloro porque me hubiese gustado que las cosas hubiesen sido diferentes, lloro porque creía que era "algo" más importante en tu vida de lo que me doy cuenta que soy, lloro porque es la primera vez que te siento realmente lejos, lloro porque ya nada será como antes, lloro porque has cambiado...
De todas formas y siempre, se feliz mi querido amigo, siempre,
Analema
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