Subes a la Degollá, bajas al río, subes al Rodenal y bajas al pueblo.
Y con eso ya has echado el fin de semana.
Pero entre medias te llevas risas, sonrisas, amabilidad, complicidad, fuerza, motivación…
Y es que Priego, aparte de un pueblo con encanto de la España vaciada, es un tesoro emergido de entre medias de la Alcarria conquense, es de esos lugares en donde, cuando te da por repetir, te sientes como en casa.
Rodeado de barrancos y a los pies de río Escabas sorprende con su escarpada orografía que le confiere, dependiendo de la época del año y de las condiciones meteorológicas de turno, ser un paisaje de cuento de Navidad, un escenario de la típica película en donde cae la del pulpo y están a punto de asesinar a alguien o un perfecto día primaveral soleado en pleno mes de octubre que acaba siendo el culpable de más de un golpe de calor.
Y es que Priego, aparte de naturaleza y amabilidad por los cuatro costados, es cuna de historias, tradiciones y cultura viva.
Pero sobre todo eso, Priego son sus gentes.
Los que te sonríen sin motivo.
Los que te recuerdan cuando apenas compartieron unas horas contigo hace más de dos años y te dan un abrazo que no te has ganado.
Los del bar que cuando hace bueno tiene terraza y cuando hace menos bueno te apretujas en el interior.
Los que siendo amantes de los puzles han considerado que es una buena idea tapizar las paredes del bar con horas y horas de dedicación.
A los que se les ha ocurrido que era una brutal idea la de entregar media docena de huevos ecológicos con la entrega de un dorsal.
Los que organizan eventos intentando encontrar una fecha ideal para contentar a la mayoría y que no aciertan, pero siguen intentándolo año tras año.
Es la señora que hace los mantecados y las flores que devoramos al llegar a meta, ¡gracias!
Son los voluntarios que robando tiempo a sus familias y a su vida y se dedican en cuerpo y alma para que todos nosotros lleguemos a meta enteros y con el menor número de arañazos posibles.
Son los que encenderán una hoguera en plena nevada.
Son los que te esperarán con una sonrisa siempre.
Son los que compartirán chocorreznos contigo en las paradas.
Son los que irán a tu ritmo aunque vayas fundido, aunque te cueste la vida continuar, única y exclusivamente para que cruces la línea de meta.
Son, básicamente, los que se merecen celebrar, en el 2.023 la “X Subida al Cerro de la Degollá”.
¿Qué por qué repetimos?
Por todo eso y mucho más que jamás descubrirás si no le das a una oportunidad a Priego.
Priego de Cuenca
Gracias, de corazón.
Siempre,
Analema
P.D.: ah! que si quieres perderte muchas de esas sensaciones y te da por hacer lo mismo pero corriendo, puedes... pero eso ya es otra historia :)