No quisieron llamarlo cuarentena, lo llamaron confinamiento.
Vamos por la segunda cuarentena…
La situación es dispar dependiendo de cual sea la situación de cada uno.
Del ánimo que a día de hoy te quede todavía.
De la superficie que haya disponible en tu hogar.
De si tienes o no balcón.
De si dispones de terraza.
De si puedes disfrutar de un patio.
De si tu jardín da para macetas y alguna que otra planta aromática.
De si tu espacio bajo las estrellas es amplio como para tener hasta piscina.
La situación es, como decía, dispar y heterogénea para cada persona a la que preguntemos.
Una vez establecida la capacidad física de cada uno para afrontar esta situación, entramos en la capacidad mental o psíquica del personal.
Puedes estar jodido desde el día 1.
Puedes haber ido pasando por estados varios desde que todo esto empezó.
Puedes llevarlo razonablemente bien, dada la situación.
Puedes estar eufórico por la oportunidad que se te está ofreciendo.
Y ahí radica la realidad de todos y cada uno de nosotros.
En como afrontamos realmente lo que nos ha tocado vivir.
Los libros de historia hablarán en un futuro de lo que hoy en día acontece.
Hablarán desde la perspectiva de una sociedad privada de libertad durante x días para poner al bien común, por delante de las necesidades personales.
Pero nadie hablará de la oportunidad de aquellos que se adaptaron a la situación aceptando lo que la vida les había puesto en la casilla de salida.
La opción de evaluar la fortaleza de cada uno, de comprobar la capacidad de cambio de uno mismo dadas las nuevas reglas del juego.
Y es que no estamos aquí para aceptar y decir amén.
Estamos para crecer, para continuar, para seguir adelante, para aceptar, modificar y verle el lado bueno… aceptar que esto te está prohibiendo ir a trabajar, pero te da la oportunidad de ver crecer a tus hijos día a día… te está prohibiendo seguir relacionándote con tus amigos, pero te está ofreciendo tiempo para rescatar a esas viejas amistades que tienes algo olvidadas… te está impidiendo seguir asistiendo a clase diariamente, pero te permite dedicar tu tiempo a ese hobby que siempre relegabas y para que el que nunca encontrabas un hueco…
Tienes dos opciones… caes y te dejas arrastrar por la negatividad o aceptas que hay que ir soltando lastre y adaptándose a las nuevas circunstancias porque la partida sigue, porque tu vida sigue y el objetivo sigue siendo el mismo de siempre, sacarle el máximo partido y llegar a la meta orgulloso de uno mismo y con una sonrisa enorme de satisfacción personal.
Segunda cuarentena… ¡¡sorpréndeme!!
Te reto, te espero, ¡¡te ansío!!
¿Qué me vas a enseñar en esta ocasión?
Siempre,
Analema